Exhortación Julio
14º Semana del Tiempo Ordinario 5 de Julio de 2011
Hermanos muy queridos:
Me da u...na pena muy tremenda comentarles que el Padre Stefano Gobbi, responsable Mundial del Movimiento Sacerdotal Mariano, falleció el 29 de junio, fiesta de San Pedro y San Pablo, día de apóstoles, y el P. Gobbi era un apóstol de La Virgen María, si bien es cierto el Movimiento no tiene una pronuciación oficial de La Santa Sede, tampoco deja de ser cierto que el Moviemiento fue bendecido por el Papa Juan Pablo II. Este suceso marca una era en la que pudiera terminar y comenzar nuevos designios de nuestra Madre. Oremos mucho hermanos y hermanas, porque necesitamos una presencia de nuestra Madre para que nos diga que es lo que Ella quiere de nosotros.
Por otro lado, quiero pedir disculpas por no poner a tiempo las reflexiones y su Liturgia del día, pero estoy trabajando en varios temas, que me demandan cumplir con mis obligaciones de estado; pues, soy casado y necesito cumplir con mi casa. Por mi parte tengo un anhelo ferviente que me devora el corazón con un fuego que quema por querer anunciar El Sagrado Evangelio a miles de gentes, pero no es solo mi querer, es el querer de quienes pudieran hacer que esto sea real y contrastar con La Divina Voluntad de Dios. Por lo que quedo en las manos de todos mis hermanos que son ustedes, del Señor y de María nuestyra Madre, para poder sostenerme y poder cumplir con todo cuanto quieran Ellos.
Mil bendiciones y como siempre, les mendigo sus oraciones;
Daniel.
Animémonos a leer La Palabra de Vida Eterna dejando el mundo para el bien de nuestras almas.
Liturgia de las Horas: 2da. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral
• San Antonio Maria Zaccaria (1502-1539)
• Berta
Martirologio y efemérides latinoamericanos: 5.7.1981: Emeterio Toj, campesino indígena, secuestrado en Guatemala.
Lecturas de la liturgia
Génesis 32, 22-32 / Mateo 9, 32-38
Salmo Responsorial: Sal 16, 1. 2-3. 6-7. 8 y 15 (R/. 15a)
R/. "Yo con mi apelación vengo a tu presencia, Señor"
• Primera Lectura: Génesis 32, 23-32
"En adelante te llamarás Israel porque has luchado con Dios y has salido victorioso"
En aquel tiempo, se levantó Jacob, tomó a sus dos mujeres con sus dos siervas y sus once hijos y cruzó el arroyo de Yaboc. Los hizo cruzar el torrente con todo lo que poseía.
Jacob se quedó solo y un hombre estuvo luchando con él hasta el amanecer. Pero, viendo que no podía vencerlo, el hombre hirió a Jacob en la articulación femoral y le dislocó el fémur, mientras luchaban. El hombre le dijo:
«Suéltame, pues ya está amaneciendo».
Jacob le respondió:
«No te soltaré hasta que me bendigas».
El otro le preguntó:
«¿Cómo te llamas?»
El le dijo:
«Jacob».
El otro prosiguió:
«En adelante ya no te llamarás Jacob sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y has salido victorioso».
Jacob le dijo:
«Dime cómo te llamas».
El otro le respondió:
«¿Por qué me preguntas Mi nombre?»
Y allí mismo bendijo a Jacob.
Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues se dijo:
«He visto a Dios cara a cara y he quedado con vida».
El sol salió después de que Jacob y los suyos pasaron Penuel, y Jacob iba cojeando, por haber sido herido en el nervio del muslo. Por eso los israelitas no comen, hasta el día de hoy, el nervio del muslo.
• Salmo Responsorial: 16
"Señor, escucha nuestra súplica."
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oídos a mi súplica, pues mis labios no mienten.
R. Señor, escucha nuestra súplica.
Júzgame tú, Señor, pues tus ojos miran al que es honrado. Examina mi corazón, revísalo de noche, pruébame a fuego y no hallaras malicia de en mí.
R. Señor, escucha nuestra súplica.
A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras; muéstrame los prodigios de tu misericordia, pues a quien acude a ti, de sus contrarios salvas.
R. Señor, escucha nuestra súplica.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la sombra de Tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista.
R. Señor, escucha nuestra súplica.
• Evangelio: Mateo 9, 32-38
"La cosecha es mucha y los trabajadores pocos"
En aquel tiempo, llevaron ante Jesús a un hombre mudo, que estaba poseído por el demonio.
Jesús expulsó al demonio y el mudo habló. La multitud, maravillada, decía:
«Nunca se había visto nada semejante en Israel».
Pero los fariseos decían:
«Expulsa a los demonios por autoridad del príncipe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
«La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos».
Reflexión:
El Señor Se revela a Jacob, ya no lo llama más así, y le dice que se llamará en adelante Israel, porque ha vencido a Dios y a los hombres. Y vence a Dios, en tanto que se refiere que a Dios le puedes ganar Su Amor; es decir, la mirada de Dios queda fija con agrado en Quien Él Se complace, y Él lo hace con los sencillos y humildes de corazón; y así lo reza el Salmo 16: «Júzgame tú, Señor, pues tus ojos miran al que es honrado».... En efecto, Jacob fue del agrado de Dios por ello lo bendijo, ya porque antes le había dicho seguir cumpliendo con la promesa hecha desde Abrahán, la donación de tierras todas; es decir, de todo lo creado, y Su protección. Y esto lo tenemos por cierto; pues, del linaje de Abrahán nace El Rey David, y de éste El Señor Jesús, por María Santísima y San José; y desde Jesús hasta hoy, El Sagrado Evangelio se mantiene por los confines del mundo, pero aun sigue en expansión. Esta es la promesa cumplida de Dios; pues, la descendencia crece, y con ella las tierras extendidas por cada Cristiano; así como la protección de aquellos que se refugian en El Señor, aquellos estarán protegidos de pecado grave; así Dios protege a Sus hijos muy queridos para que no caigan en la condena eterna.
Así; pues, queridos hermanos, aprendamos de Jacob, que tomó a toda su familia y sus posesiones y dejó sus tierras para ir donde El Espíritu de Dios le guiaba; pues dice: «Los hizo cruzar el torrente con todo lo que poseía»…
Y cuando Dios le revela el dislocamiento del fémur, en la articulación femoral; es porque El Señor bien dice en un lado: «hiere con una mano y venda con la otra»… es decir, Dios le da el mensaje que porque Jacob salió de sus tierras y ello le cause gran desconsuelo por el alejamiento de sus tierras, sus familiares y amistades, él fiel a Dios, lo siguió donde Él lo mandare; así Dios hiere al hombre con una mano, pero a cambio lo venda con la otra, porque a Jacob le bendice, y con ello cumple El Señor con su promesa, y de ello da cuenta, que aunque fuera un sueño lo acontecido, cuando se despertó, Jacob estaba cojeando; es decir, realmente Dios si hirió a Jacob, al igual que lo bendijo, al igual que Jacob seguía adelante en el camino que Dios le había manifestado.
Y El Salmo 16 bien acompaña al sueño de Jacob; pues, él vio cara a Cara a Dios y siguió viviendo, y el Salmo nos reza: «Protégeme, Señor, como a las niñas de Tus ojos, bajo la sombra de Tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, «contemplaré Tu rostro» y al despertarme, espero saciarme de Tu vista»…
Y en El Sagrado Evangelio, nuestro Señor hace lo propio de mostrar Su misericordia para aquellos que estaban apartados por causa de sus muchos pecados, los enfermos, que como el mudo, se decía que a ese, como al leproso, al tullido de piernas, etc. Dios los había castigado con enfermedades; así, es que El Señor Jesús viendo en varios que su congoja había pasado el límite del pecado cometido tiene compasión de ellos. Igualmente expulsa al demonio para dejar clara la presencia superior que Él tiene sobre los demonios, y sobre ello bien sabemos que Dios Es el único con autoridad sobre el Demonio; pero los soberbios y necios solo saben ofender cuando ya no hay más que puedan hacer ante la evidencia.
Es; pues, hermanos, que nos es tan importante que oremos por nuestros Pastores:
1. Por sus santidades, necesidades e intenciones: Porque de ello mucho nos sirve para una mejor orientación espiritual, santa y sabia.
2. Por las vocaciones sacerdotales: Que sean numerosas y santísimas, y no solamente numerosas y santas; pues tienen que ser totalmente donadas al amor de Dios.
• Con Sacerdotes santísimos es de mucha conveniencia y menor posibilidades de hierro por parte de ellos; pues a mayores dones y virtudes, mayores posibilidades de salvación de nosotros.
3. Por las vocaciones misioneras: De religiosos y laicos (consagrados o sin consagrar aun) en abundancia y santísimas, para que se extienda por doquier y con vehemencia de un gran celo apostólico para llevar a los confines del mundo El Sagrado Evangelio del Señor Jesús.
(Por favor comparte esta información con toda tu red de contactos, muchos lo pueden necesitar; pues, El Señor Está llamando a la puerta. Ap. 3, 20.)
Por Daniel Cueva Casanova
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